
Hoy celebramos el Día de la Madre y queremos rendirle honor a todas las mamás, y a las que quieren serlo, a través de dos entrevistas con dos mujeres maravillosas que han vivido grandes historias de vida: Luz Amparo Cortés y Jennifer Cañaveral.
Luz Amparo es mamá de Valentina, una joven que padece de una deleción del cromosoma -5q, que afectó la parte frontal izquierda del cerebro que maneja movimiento y lenguaje, y Jennifer Cañaveral una mamá en embarazo con sordera, arquitecta, coach motivacional, triatleta, y autora del libro de “Escucha con el Alma”. A continuación sus historias de vida:
Nufarmatech (N): ¿Para ustedes, qué significa ser mamás?
Luz Amparo (LA): Fui madre soltera a mis 20 años y en ese momento tuve que afrontar grandes retos, pero el amor me generó todo el impulso que necesitaba para trabajar con más ahínco por mi hijo. A los 28 años tuve mi hija con discapacidad y entonces comprendí lo que es entregarse en cuerpo y alma por mejorar la calidad de vida de mi hija. Ser madre me ha impulsado a convertirme en un mejor Ser.
Jennifer (J): es una linda experiencia para aprender nuevas responsabilidades y lecciones de la vida. Ser mamá no es tan difícil, es un acto de amor y sentimientos profundos.
N: Luz Amparo ¿Qué retos tienes como mamá de una niña con discapacidad?
LA: La discapacidad de mi hija, cambió mi vida de manera positiva, entendí a amar sin esperar recompensa, a dedicar mi esfuerzo y trabajo para mejorar su calidad de vida y a disfrutar de sus limitaciones, así como de sus pequeños progresos.
Cada día es un reto, muchas veces me siento agotada, pero al ver las limitaciones de ella me recargo y continuo.
Los retos que asumimos las madres de una persona con discapacidad son muchos, el primero es tratar de que ellos se sientan cómodos, estar atentos a sus medicamentos, alimentos, terapias, citas médicas, exámenes y todo lo que conlleve la discapacidad o las consecuencias médicas que ella genere, además debemos lidiar con todos los retos del hogar, de la parte económica y emocional de todos los integrantes.
N: Jennifer: ¿En el caso de tu mamá, cuál crees que fue el reto más importante para ella para criarte?
Ella confió en Dios para seguir adelante y poder enseñarme las lecciones más importantes de mi vida, me enseñó a leer los labios como una conversación natural con los demás, y también me llevó al instituto para niños ciegos y sordos, donde estudié en Cali. Ella nunca perdió la fé; una vez ella le dijo a Dios: “Jennifer va a ser muy grande y confío en Dios” y se secó las lágrimas de tristeza por mi condición.
N: Luz Amparo ¿Cuéntanos qué tipo de situaciones te tienes que enfrentar día a día con tu hija?
LA: A pesar de que mi hija es una niña que no padece grandes consecuencias por su discapacidad, son muchas las actividades que debo realizar, desde tenerla que cargar en las mañanas hasta la ducha, con su peso actual de 37 kilos, debo bañarla, vestirla, alimentarla, cambiar el pañal y darle sus medicamentos.
Ella debe asistir a terapias, controles médicos y transportarla es complejo porque ella requiere silla de ruedas y eso implica cargarla de la silla al carro y viceversa. Es agotador, pero gratificante cuando ella sonríe y me demuestra su amor.
N: ¿En su visión, cuál creen que es el principal problema de las mamás de personas con discapacidades en Colombia?
LA: Los cuidadores que en su mayoría somos madres o hij@s de personas con discapacidad, debemos enfrentar no solo la discapacidad y las actividades diarias que esto conlleva con ellos, pero además nos toca realizar las labores del hogar y luchar contra la falta de recursos para brindarles calidad de vida.
El Estado no tiene las instituciones apropiadas para ayudar a rehabilitar y generar inclusión en estas personas.
Nos falta una política clara que incluya, transporte, Instituciones de rehabilitación y de formación para las personas con discapacidad, profesionales que capaciten, orienten y realicen actividades para los cuidadores y las personas con discapacidad.
También una política que proteja a las personas con discapacidad mayores de 18 años, quienes no pueden ser protegidos por el ICBF debido a su mayoría de edad, a pesar que física y mentalmente ellos siguen siendo niños.
J: El principal problema de las mamás de personas con discapacidades en Colombia es la falta de acceso a salud y empleo para poder tener ingresos para apoyar a sus hijos en el futuro. Hay muchas mamás que sufren por las situaciones económicas para poder dar alimentación, educación, y manutención a sus hijos. Es importante el bienestar y la salud mental.
Por último: ¿Qué mensaje quisieran darle a otras mamás que tienen hijos con discapacidad?
LA: Lo primero es aceptar la condición de la persona con discapacidad, luego disfrutar de cada pequeño avance, buscar asesoría con otras madres de personas con discapacidad, leer, ver vídeos y todo lo que pueda orientarlos para hacer lo mejor para esas personas. Muchos errores en el manejo de ellos pueden generar mayores discapacidades y consecuencias físicas o mentales.
Lo segundo es hablar abiertamente sobre las emociones que sienten, no guardar el dolor, pero tampoco quedarse sumergido en él, porque las personas con discapacidad sienten nuestra angustia y eso les afecta también.
No dejar de disfrutar la vida, sacar al menos 1 día a la semana para sí mismo, porque estar 24×7 con ellos nos agota y no podemos dejar de sentirnos vivos, hacer ejercicio, alimentarse bien, leer, bailar, disfrutar la vida, porque el peor error es dejar de vivir nuestra propia vida y vivir la de ellos.
J: No abandonar a los hijos con discapacidad. es un papel de maternidad hermoso que va a hacer aprender a amarte y a escribir tu propia historia de vida. El amor es un poder curativo del mundo, eso lo escribí en mi libro autobiográfico que lancé hace poco: “Escucha con el Alma”.
¡Hasta la Próxima Amig@s!


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